Un equipo de ingenieros en la Universidad de Stanford ha fabricado un prototipo de piel de plástico que puede detectar la fuerza con la que se está presionando un objeto o incluso generar una señal eléctrica para enviar esa información directamente a una célula cerebral. Es un material flexible similar a la piel que puede detectar la presión y transmitir una señal a un componente del sistema nervioso. Ya hay seis prototipos.
Personalmente creo que la gente de hoy en día ya no tiene límites, algo que es muy bueno y de lo que se puede sacar un gran partido
Roberto González Lago 2º E.S.O.