sábado, 7 de noviembre de 2015

Brújula inteligente

Las grandes ciudades están empezando a dejar de ser un territorio comanche para la bicicleta, aunque circular con ellas puede requerir mirar el móvil por el manillar para no perderse o detenerse cada segundo, para cercionarse de que hemos cogido la ruta correcta. Un grupo de 11 jóvenes británicos, alemanes y españoles acaban de lanzar «Haize», un dispositivo con forma de brújula y del tamaño de un reloj, que conectado a una aplicación móvil te indica dónde ir. Entre los máximos responsables del proyecto, cinco españoles: Javier Soto, Luis Antonio Martín, Esther Borao, Ana Ramos y Esteban Soto. 
Como ha comentado a ABC uno de sus principales desarrolladores, el aragonés Luis Antonio Martín, «la idea partió de mi amigo Javier Soto, que vivía en Londres y que siempre se desplazaba en bici mirando al Google Maps en el móvil hasta que un día se le rompió». Martín recuerda que, en ese momento, «vimos la oportunidad de hacer un dispositivo con el que reinventar la brújula. Luego con algunos detalles nos ayudó Esther Borao, reciente finalista de los Premios Adecco». 
En concreto, ha explicado Luis Antonio, «la brújula te marca el destino, pero eres tú el que eliges el camino y este se va adaptando a tus decisiones». Todo ello gracias a una aplicación móvil, a la que está conectada el dispositivo y que será completamente gratuita. «Para gente que no sea muy aventurera tenemos el modo GPS que te lleva directamente a tu destino», ha matizado. En este sentido, por esta «brújula» inteligente se han interesado no solo ciclistas sino montañeros (para programar rutas), e incluso, personas que trabajan con niños (Yincanas, búsqueda del tesoro...). Tambien para añadirlo a modo de pulsera o colgante,«para poder volver a casa en caso de beber demasiado, por ejemplo».
La «brújula» está fabricada en un aluminio especialmente tratado, de tal forma que el dispositivo es impermeable y dispone de un amarre para colocarla en el manillar y, posteriormente, guardarla en el bolsillo. Los principales retos técnicos, al que se han enfretado este grupo de emprendedores son las interferencias magnéticas provocadas por los materiales ferromagnéticos de algunas bicicletas, que introducen cambios en los marcos magnéticos terrestres dependiendo de la posición. Algo que han solucionado programando el dispositivo para que, con cada cambio de campo magnético, el dispositivo se «autocalibre» y controle las desviaciones. «Lo que hace la brújula es localizar la anomalía y eliminarla», ha comentado este ingeniero de Zaragoza. 

Poco a poco Javier y Luis fueron, contactando con amigos y conocidos, con los que conformar un equipo internacional que permitiera poner en práctica todas estas ideas:«Sin estar juntos físicamente, c ada uno ha aportado su parte, avanzando poco a poco, en nuestros ratos libres», ha comentado Martín sobre un modus operanti en el que nadie invadía la parcela del otro. «En mi caso, por ejemplo, me he encargado de desarrollar la idea y parte de la tecnología, tanto del software como del hardware. Luego mucha más gente ha participado, por ejemplo, en la fabricación de la carcasa envolvente que hace que el dispositivo sea más resistente, así como en el diseño o en las funcionalidades». En su opinión, en estos proyectos al final siempre toca hacer de todo.
Yo creo que por ejemplo el modo GPS está genial para llegar al lugar que queremos sin perdernos.
Valeria Álvarez 2º E.S.O. C