jueves, 8 de noviembre de 2012

El futuro está más cerca de lo que imaginamos


Sebastian Thrun, un alemán de 45 años, trabaja para el laboratorio ultrasecreto de Google X en el que se diseña y se trabaja para el futuro. Este laboratorio fue sacado a la luz por el New York Times y desde entonces no se para de hablar de él.
El científico en investigación robótica e inteligencia artificial está al frente de unos proyectos impensables para nosotros hasta ahora. Uno de ellos en el llamado “proyecto chófer” que se basa en desarrollar un coche que no necesite ser conducido. Si esto funcionase, podría dar lugar a una revolución en el transporte, ya que se reducirían las muertes en la carretera y se ahorraría energía. Aunque Thrun dice que todavía falta que el coche “vea” y que “actúe” ,y esto, según él, es extremadamente difícil, debido a que conseguir que un ordenador entienda si un peatón va a cruzar o si un semáforo está en rojo es bastante complicado. Sin embargo, el científico no pierde la esperanza de que en un tiempo este invento pueda venderse en el mercado. Iría guiado por sensores y mapas muy detallados proporcionados por el propio Google.
Otro de sus más brillantes proyectos es el de “cristal Google”, una combinación entre unas gafas y una diadema que permite mostrar la información procedente de Internet por medio de una pantalla disminuida justamente encima del ojo. Y es que Thrun intenta solucionar los principales problemas actuales que le ofrece la vida, ya que dos de sus amigos murieron en la carretera en un desafortunado accidente. Él considera absurdo que una decisión de una fracción de segundo pueda costar a uno mismo la vida, y por eso quiere ofrecer soluciones que espera que hagan de este mundo uno mejor.
Teresa de las Heras 3º E.s.o. B