Un nuevo robot de tamaño al de una pelota de rugby, capaz de moverse, rozando el casco de un
buque puede buscar compartimientos que oculten mercancía de contrabando.
Unos
científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de la ciudad
estadounidense de Cambridge, han dado a conocer a este robot sumergible, que
puede deslizarse a lo largo de una superficie bajo el agua para realizar
escaneos ultrasónicos.
Diseñado para
buscar grietas en los tanques de agua de reactores nucleares, el robot podría
también inspeccionar barcos en busca de áreas de falso casco, así como falsos
ejes de hélice, montajes que los contrabandistas usan frecuentemente para
ocultar contrabando. Debido a su pequeño tamaño y a su mecanismo de propulsión
particular; los robots podrían ser ocultados por algas u otros camuflajes. Se
mueven por partes de barcos sospechosos
en el puerto, sin que los contrabandistas se den cuenta, lo que evitaría que
lanzasen su carga por la borda para eliminar las pruebas de su delito.
La mitad del robot es impermeable y
contiene la electrónica. La otra mitad es permeable y contiene el sistema de
propulsión, que incluye seis bombas que expulsan agua a través de tubos de
goma. Los principales componentes estructurales del robot se hicieron con una
impresora 3D.
En mi opinión, yo creo que estos robots
son necesarios para evitar el contrabando, pero el único inconveniente es el
dinero. Son demasiado caros para controlar la seguridad de muchos puertos.
También hay que tener en cuenta, que estos robots puedan llegar a tener un
accidente o dejar de funcionar.
Paula Fernández Hernández 2º E.S.O C